Cánovas personifica la España de la Retauración, de la que fue forjador y mantenedor. Escrito en el mismo tono casi caricaturesco que es común a esta 'Serie final', Madrid y sus gentes, mezclándose a una Historia que es casi ya presente, sirven de fondo en esta ocasión a la silueta del fino político malagueño y a los acontecimientos de los primeros tiempos del reinado de Alfonso XII.
Secuela del contundente fin que impusieron al 'trienio liberal' los 'Cien mil hijos de San Luis', objeto del episodio anterior, El Terror de 1824 contribuyó a mantener el régimen fernandino, persiguiendo implacablemente los brotes de pensamiento liberal. Pasada la época de las grandes gestas populares, la acción, nuevamente situada en Madrid como escenario, se dispersa en hechos menores, de un heroísmo distinto: la conspiración y la muerte por un ideal a manos del poder divino y las clases altas.
En 1888, inmediatamente después de Fortunata y Jacinta y cuando se halla en el mejor momento de su actividad creadora, publica Galdós Miau, novela centrada en la figura de un funcionario cesante, condición de gran actualidad en aquel momento de alternancia de partidos. El tipo había sido ya descrito por Mesonero Romanos y Gil de Zárate y el propio Galdós. Es la historias de tres mujeres empeñadas en vivir por encima de sus posibilidades, y la de un niño enfermizo que ve a Dios en sus sueños, y la de un hombre sin escrúpulos que tirunfa a pesar de su conducta inmoral.